Científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) han comunicado a los representantes legales de esta entidad, así como a la Dirección del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA), que no continuarán participando en futuras reuniones del Comité Científico que convoque la Dirección del PEVOLCA. El motivo de tal decisión es la gravedad que supone la ocultación de datos relacionados con el programa de vigilancia volcánica en Canarias por parte del Instituto Geográfico Nacional (IGN), organismo público dependiente del Ministerio de Fomento y que en la actualidad tiene competencias en materia de vigilancia volcánica en España desde el año 2004 a través de un Real Decreto (R. D. 1476/2004, de 18 de junio) no consensuado con Canarias.
Cabe recordar que el riesgo volcánico en Canarias es una competencia compartida entre el Estado y la Comunidad Autónoma y que las decisiones sobre la gestión de la misma debieran ser consensuadas. Ante esta decisión no consensuada con Canarias en el 2004, nace la decisión unánime del Senado (noviembre de 2005) de impulsar la creación y puesta en marcha del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) como una apuesta conjunta de todos los recursos humanos y técnicos existentes en España para mejorar la gestión del riesgo volcánico en el país. A esta decisión consensuada en el Senado se sumaron posteriormente la decisiones unánimes del Parlamento de Canarias (2006), Federación Canaria de Municipios, FECAM (2008), Congresos de Los Diputados (2009) y Federación Canarias de Islas, FECAI (2014) instando a todas las Administraciones Públicas (Estado, Comunidad Autónoma de Canarias y Cabildos Insulares) a implicarse con el INVOLCAN, pero hasta la fecha sólo el Cabildo Insular de Tenerife se ha comprometido con esta decisión unánime de las Cámaras Legislativas.
El Comité de Evaluación y Seguimiento de fenómenos Volcánicos (C.E.S.V) también conocido como el Comité Científico del PEVOLCA, tiene como misión asesorar al Comité de Dirección del PEVOLCA para que éste aplique y proyecte en el ámbito de la protección civil las recomendaciones derivadas de la información generada por el programa de vigilancia volcánica del IGN. Esta información de base es analizada por los científicos que participan en el Comité de Evaluación y Seguimiento de fenómenos Volcánicos (C.E.S.V).
A raíz del reciente enjambre sísmico registrado en la Isla de Tenerife el pasado 28 de abril de 2015, más concretamente localizado en el Valle de Guimar, la Dirección del PEVOLCA convocó el Comité Científico para ese mismo día por la tarde. Con la finalidad de realizar un correcto ejercicio de asesoramiento es necesario que los miembros del Comité Científico puedan disponer de toda la información que el IGN disponga sobre la evolución temporal de los registros de sismicidad, gases y deformación en Tenerife durante los últimos años. El análisis conjunto de la evolución espacial y temporal de estos parámetros, es lo que permite al Comité Científico aconsejar sobre la evolución del potencial riesgo al Comité de Dirección del PEVOLCA. Se supone, pues, que el IGN como organismo público responsable de la vigilancia volcánica de Canarias en los últimos 11 años, debería haber aportado estos datos de carácter multidisciplinar para ponerlos a disposición del Comité Científico.
La primera sorpresa de los científicos del INVOLCAN fue conocer que el IGN no aportaba al Comité Científico del pasado 28 de abril de 2015 información alguna sobre su programa geoquímico para la vigilancia volcánica de Tenerife y que, para mayor abundamiento, se limitara a informar que no se había registrado nada de interés sin aportar ningún tipo de documentación objetiva evaluable.
Esta sorpresa es aún mayor cuando científicos del INVOLCAN tienen conocimiento que los responsables del IGN en materia de vigilancia volcánica han contratado los servicios de científicos del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia de Italia (INGV) para ayudarles en el desarrollo e implementación de su programa geoquímico a pesar de contar en España con un grupo volcanológico con más de 20 años de experiencia en geoquímica aplicada a la vigilancia volcánica.
La segunda sorpresa, mucho más grave, se ha conocido dos días después de la referida última reunión del Comité Científico del pasado 28 de abril y consiste en que el IGN ha ocultado información sobre el actividad sísmica registrada en Tenerife durante los últimos años a miembros del Comité Científico.
Por desgracia y a pesar que en julio de 2010 la Dirección General del IGN remitió al Presidente del Cabildo Insular de Tenerife una carta reflejando su compromiso de poner a disposición del INVOLCAN toda la información generada en su programa de vigilancia volcánica, la única información disponible sobre el actividad sísmica registrada en Tenerife para los científicos del INVOLCAN que forman parte del Comité Científico es la que se refleja en el catalogo de la Red Sísmica Nacional accesible a través de la web del IGN.
A título de ejemplo, según este catalogo público el número de eventos sísmicos localizados en Tenerife y sus alrededores durante el año 2010 fue de 60, pero al parecer en realidad los localizados por el IGN ese año fue de 1.176 eventos sísmicos. Esta ocultación de información es muy grave, no refleja claramente el servicio público al que esta obligado el IGN por ley y pone en riesgo el trabajo de asesoramiento que los científicos del INVOLCAN deben realizar en el seno del Comité Científico como miembros del mismo para el Comité de Dirección del PEVOLCA.
Esta flagrante ocultación de datos públicos a la sociedad Canaria y a los científicos del INVOLCAN, que forman parte del Comité Científico del PEVOLCA puede tener consecuencias jurídicas no deseadas por responsabilidades derivadas de un incorrecto asesoramiento basado en la información sesgada proporcionada únicamente por la web del IGN. Ante esta situación, los científicos del INVOLCAN han tomado la decisión de no continuar participando en las reuniones del Comité Científico del PEVOLCA, hasta que no se corrijan y depuren las responsabilidades relacionadas con estas graves anomalías que afectan a un servicio público destinado a garantizar la seguridad de las personas que residen en estas islas.
Recientemente y en relación al terremoto en L’Aquila ocurrido en Italia en el 2009, varios científicos Italianos que formaban parte de una Comisión sobre Grandes Riesgos, sufrieron una histórica condena hasta con seis años de cárcel por su gestión científica sobre el riesgo sísmico que condujo al desastre.