El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), entidad dependiente del Cabildo Insular de Tenerife, y el Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria, dependiente del Cabildo Insular de Gran Canaria, han firmado hoy [jueves 4] un convenio que tiene por objeto materializar la primera fase del proyecto “Evaluación del Potencial Geotérmico de Gran Canaria”. Esta primera fase cuenta con un presupuesto de 535.000 euros, de los cuales 435.000 son aportados por el Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria y 100.000 euros por el Involcan.
La rúbrica del documento contó con la presencia del presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el consejero del área Tenerife 2030, Antonio García Marichal; el director-gerente del Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria, Leonardo Marcos Gornal; y el coordinador científico de Involcan, Nemesio Pérez. Carlos Alonso agradeció la confianza depositada en el Involcan por parte del Cabildo de Gran Canaria y aseguró que “se trata de determinar el potencial geotérmico de Gran Canaria, algo que ya hemos estado realizando en Tenerife. Es una energía que no contamina, que tiene una alta continuidad y que tiene muchas aplicaciones”. Por su parte, Leonardo Marcos Gornal indicó que el Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria está dando sus primeros pasos y que este acuerdo “es muy importante para nosotros. Vamos a analizar toda la Isla para saber el potencial que tenemos y agradecemos la colaboración del Involcan para ello”.
Antonio García Marichal valoró la capacidad de los técnicos del Involcan y señaló que “parece razonable que un territorio volcánico como en el que nos encontramos estudiemos las posibilidades y el potencial que tenemos en materia de geotermia. Tenemos un personal altamente cualificado y con unas infraestructuras idóneas que ponemos a disposición de Gran Canaria”.
Nemesio Pérez señaló que los estudios “conllevará la materialización de diversos estudios geofísicos y geoquímicos en superficie. Se realizará un estudio de magnetotelúrica (MT) que conllevará un centenar de observaciones de MT en el ambiente superficial de la isla y que permitirá conocer la posible detección de anomalías de resistividad asociadas con estructuras geotérmicas productivas, incluyendo fallas y la presencia de trampas geológicas (cap rocks); necesarias para la existencia de sistemas geotermales en el subsuelo”. En ese sentido, anunció que los trabajos de campo comenzarán en junio de este año y se prolongarán durante siete meses.
En el ámbito de la geoquímica se realizará (i) una evaluación de las bases de datos hidrogeoquímicos disponibles, (ii) un estudio geoquímico de gases disueltos en aguas subterráneas o gases libres, que conllevará el análisis químico e isotópico de 40 puntos de observación previamente seleccionados, y (iii) un estudio geoquímico sobre las emanaciones difusas de gases en Gran Canaria que conllevará el análisis químico e isotópico de 3.000 puntos de observación en el ambiente superficial del sector norte, noreste y este de la isla. Los estudios de geoquímica permitirán conocer la posible detección de anomalías geoquímicas asociadas a zonas de mayor permeabilidad y de ascenso de fluidos geotermales.
La geotermia convencional consiste en captar el calor almacenado bajo la superficie terrestre mediante perforaciones de acuíferos calientes; sistemas hidrotermales. El agua caliente o el vapor así producido es extraído a la superficie para aprovecharlo en aplicaciones térmicas o para producir electricidad en el caso de sistemas geotermales de media y alta temperatura. El calor en el interior de la Tierra se produce constantemente por la desintegración de material radioactivo, y este alcanza la superficie terrestre a través de procesos de conducción y convección. El gradiente geotérmico normal de la corteza terrestre es de 30 grados Celsius por cada kilómetro de profundidad (30°C/Km), pero este puede llegar a ser de 200 grados Celsius por cada kilómetro de profundidad (200°C/Km) en aquellas zonas donde existe volcanismo activo.
El impacto que la geotermia podría tener sobre el sistema energético Canario sería notable, dotándolo de una fuente de energía renovable, prácticamente libre de emisiones, y de producción continua a todas horas los 365 días del año, contribuyendo a la reducción de los costes de generación eléctrica en Canarias, mejorando también la seguridad de suministro, la diversificación de las fuentes de abastecimiento y la protección del medio ambiente.